Mucha gente no sabría responder a esta sencilla pregunta. Por eso el cocinar está tan desvalorizado y hacemos cualquier cosa rápida en la cocina para no perder tiempo, comer deprisa y salir pitando a trabajar, a seguir navegando por internet o a entrenar.

Pero estoy segura de que casi ninguno se plantearía hacerlo de la misma manera cuando hablamos de nuestro coche. Antes de un viaje pasamos la revisión, lo llevamos a que le revisen los niveles y echamos gasolina o gasoil del que mejor le convenga. ¿Le estamos prestando mas atención a nuestro vehículo que a nuestro cuerpo que es con lo que tenemos que movernos todo el día?

Me gusta también hacer otra comparación cuando hablo de este tema. Y es que nos preocupamos mas de la batería de nuestro teléfono que de la de nuestro cuerpo. El cargador en el bolso, una batería externa que no falte por si no hay enchufes a mano, dejar el teléfono cargando toda la noche hasta que la batería esté completa y que ni se te ocurra salir de casa con un 25% de carga. ¿Verdad que no exagero?

Ahora comparémoslo con lo que hacemos con nosotros.

Salimos de casa tomando un café deprisa y corriendo, no llevamos nada para comer a media mañana por si me entra hambre y necesito alimentos y nutrientes. Compro cualquier cosa, en realidad me da igual que no sea lo que mas me beneficie. Un pintxo, algo de bollería, un paquete de cualquier cosa de la tienda de chuches…

 

Pasamos todo el día en la oficina, después comemos rápido y volvemos a terminar la jornada. Antes de ir a casa toca entrenamiento y cuando por fín nos senatamos en el sofá, preparamos un plato precocinado y vemos un par de capítulos de nuestra serie favorita despatarrados de cualquier manera. Por fin llega el momento de ir a la cama, a dormir con un poco de suerte unas 6 horas para volver a empezar el ciclo. Me da a mi que no nos cuidamos lo que deberíamos. ¿Tú cómo lo ves?.

Efectivamente, alimentamos mejor a nuestro coche que a nosotros. Y sin duda alguna, nos preocupamos mas de recargar adecuadamente lo que hace funcionar nuestro teléfono que lo que hace que nuestro cuerpo funcione correctamente.

 

Es verdad que en el coche tenemos un chivato que nos marca cuánto carburante nos queda, y cuándo nos hace falta reponer aceite o líquido anticongelante. Estaría bien que nuestro cuerpo nos indicara con tanta especificación qué es lo que nos hace falta. ¿¿Pero acaso en los años que llevamos conviviendo con nosotros mismos no hemos sido capaces de escucharnos un poquito y aprender a darnos lo que necesitamos??

No somos conscientes del verdadero significado de comer y por eso no le dedicamos el tiempo que se merece. Hay que comer para vivir, y no al revés. No significa esto que tengamos que estar todo el día en la cocina, pero sí que estaría bien aprender a seleccionar los alimentos con calidad y nutrientes adecuados a nuestras necesidades.

Nuestro cuerpo requiere una alimentación consciente basada en alimentos naturales. ¿Cuántos árboles de donuts has visto en los últimos años? Estás pensando que no sería mala idea tener uno en el balcón, lo sé.  Pero no, lo siento, no existen. 😉

Seguiremos profundizando en el tema, pero al menos ahora que tienes el post reciente, acuérdate de pensar en lo que tu cuerpo necesita cada vez que te preocupes por cuánta batería le queda a tu móvil.