Me siento al ordenador, sintiendo cómo palpitan las piernas tras el entreno de hoy. Hace ya 2 horas que he terminado, pero hoy lo he dado todo. Y ayer. Ayer también me dejé la piel. Y antes de ayer.

Y es que hay algo ahí dentro, en el box, que te hace intentar ser mejor que el día anterior y esforzarte un poco más.

La primera vez que pisé un gimnasio convencional fue hace unos 18 años. Me gustó desde el principio, no te voy a mentir. Además, había pocas chicas, y menos de mi edad, y no se por qué , pero siempre me ha gustado hacer cosas que no hiciera la mayoría.

Fue cuando me empezó a interesar el mundo de las ciencias del deporte, así que no le voy a quitar ni el mérito ni la importancia que ha tenido en mi vida y en mi formación, pero….

 

….fue el primer día que hice crossfit cuando todos mis esquemas mentales tambalearon, cuando se abrió un nuevo mundo ante mis ojos, y descubrí nuevas emociones haciendo deporte que hasta el momento no había sentido; ganas de más, de mucho más, de más intenso y de más veces… La gente, el ambiente, las metas, los sueños, los referentes…, de repente, de la noche a la mañana, todo cambió.

 

Para tí, que me lees sin haber probado el crossfit, te aconsejo que no lo pruebes.

 

No hagas crossfit si no quieres engancharte irremediablemente.

No hagas crossfit si no quieres poner cada día tus metas mas altas y salir continuamente de tu zona de confort.

No hagas crossfit si eres de los que se conforman .

No hagas crossfit si te gustan las rutinas.

No hagas crossfit si no te gusta ser parte de algo.

No hagas crossfit si no quieres empezar a preocuparte por lo que comes para estar a tope para el siguiente entreno.

No hagas crossfit si no  quieres sentirte mejor que nunca.

No hagas crossfit si no quieres rodearte de una Community que estará siempre dispuesta a ayudarte y a mejorar.

 

No hagas crossfit. Yo no quiero convencerte.

Y si, aún así, decides probarlo…, atente a las consecuencias!!

           Fotos de Lady Magenta Fotografía, en Crossfit Bilbao